Fuerteventura, la isla para los amantes del windsurf. (Foto: Envato)

La isla de España que enamora a los amantes del windsurf

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Si hay un paraíso que se visita y que no se olvida fácilmente ese es Fuerteventura. Cuenta con playas maravillosas que dejan estampas imborrables de nuestras córneas y con temperaturas suaves a lo largo de todo el año. Es por ello que se ha convertido en el edén de aquellos amantes del windsurf. 

En este aspecto, los mejores arenales para sortear olas se encuentran al este de la isla, aunque también hay algunos espectaculares en el norte, en zonas como Corralejos o El Cotillo. Al oeste, la costa es escarpada y con olas fuertes más apropiadas para veteranos, que no dudan en dirigirse a playas como la del Águila.

En el norte, los windsurfistas con experiencia podrán surcar el mar desde playas como Bristol, La Caleta, Majanicho, Hierro o Playa Blanca. Para poder llegar a ellas, hay que hacerlo a través de una carretera sin asfaltar conecta Corralejo con El Cotillo pasando por pueblos con historia, pequeñas calas y paraísos muy solitarios.

Antes de aterrizar en El Cotillo, merece la pena visitar la playa de los Charcos, pues las subidas del mar forman en ella estupendas lagunas idóneas para subirse a la tabla o simplemente para disfrutar de las vistas. 

Así, las vistas que deja Corralejo convierten a este pueblo pesquero en uno de los sitios favoritos para estrenarse en el surf, con centros como Corralejo Surfing School (corralejosurfschool.com), y en el windsurf, especialmente en Corralejo Viejo, donde dos escuelas organizan cursos de iniciación y de perfeccionamiento: Ventura Surf (ventura-surf.com) y Point Break (pointbreakschool.com). 

A tan solo unos metros se encuentra el Parque Natural de Corralejo, un paraje de gran belleza que se une al océano para dar pie a fotos increíbles de Fuerteventura con playas únicas como La Entubadera, Punta Prieta o El Burro. 


En el centro de Fuerteventura, se encuentra Puerto Lajas y Caleta de Fuste, dos paraísos plagados de surfistas y windsurfistas. Allí se concentran la gran mayoría de amantes de este deporte. Si las mareas transforman por completo las playas de la isla, en Sotavento no es para menos. Durante la luna llena y la luna nueva, sube la marea y se crea durante 8 días una laguna de hasta 4 kilómetros de longitud y 200 metros de ancho en la que se puede practicar kitesurf o iniciarse en el windsurf.

Muy cerca, se encuentra el centro de René Egli (rene-egli.com), perteneciente al hotel INNSiDE by Meliá, es la mayor escuela del mundo de kitesurf y windsurf  e imparte clases desde hace 37 años en el mar o en la propia laguna. Sin duda, una visita obligatoria para los amantes de este deporte. 


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