La isla privada del Caribe que sorprende. (Foto: royalcaribbean.com)

Una isla privada en el Caribe a la que se puede acudir fácilmente

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Entre Miami y Nassau. Ahí es donde se encuentra Coco Cay (Cayo Coco), una isla pequeña en tamaño pero completa en diversión y descanso. La isla es propiedad de la naviera Royal Caribbean, que hace escala en ella en sus itinerarios por el Caribe para que los pasajeros disfruten de un día completo con toda la isla para su disfrute exclusivo.

Para poder llegar a ella no hay que realizar ningún trámite al desembarcar ya que la isla es como una extensión del barco y hasta el wifi de a bordo se mantiene conectado en todo momento.

Hay dos opciones para disfrutar de lo que la naviera denomina A perfect day in Coco Cay. Se puede optar por una experiencia más activa y contratar desde paseos en motos náuticas y excursiones en kayak hasta lanzarse por una tirolina. Otra actividad singular es contratar la excursión que lleva a otra isla cercana donde se podrá compartir un baño con pequeños cerdos nadadores.

También se puede permanecer en la isla y disfrutar de las distintas playas con hamacas y sombrillas que se reparten por su costa o de una gran piscina construida en el centro de la isla. También hay zonas más privadas, con cabañas individuales, que deben ser reservadas y contratadas.

Coco Cay es sobre todo un escenario perfecto para los pasajeros más pequeños, que cuentan con parques acuáticos llenos de toboganes y olas artificiales. El Thrill Waterpark es el más potente de todos, que conlleva un pago por su disfrute. Los más mayores también encontrarán espacios aún más privados que, también con un pago extra, les proporcionarán la relajación que busquen.

Asimismo, es una isla cubierta de palmeras y que se recorre fácilmente a pie por sendas bien señalizadas, hay restaurantes, bares y puestos de comida y bebida repartidos por toda su superficie. Otra opción a la carta es alquilar un ascenso en globo para contemplar la isla y el mar Caribe desde las alturas.

Explican los expertos que cuanto antes se salga del barco, mejor; puesto que si los usuarios tardan en bajar, se quedarán sin hamaca y sin sombrilla en la piscina central. A determinadas horas la piscina puede estar hasta masificada, no así las playas. La isla Coco Cay abre para los pasajeros a las 8 de la mañana y hay que regresar al barco antes de las cinco de la tarde
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